Testimonio anónimo de una madre ecuatoriana

La madre, quien nos ha solicitado permanecer en el anonimato por temor a ataques o insultos de parte de los fanáticos seguidores del “guru”, con la voz entrecortada durante su relato en un audio, nos cuenta su dolorosa experiencia de abuso por Paramadvaiti swami cuando era menor de edad.

Transcripción: 

Es muy difícil hablar sobre esta experiencia para mi por que la he callado de todos por trece años exactamente.  Siempre preguntándome si lo que ese día sucedió era producto de mi mente que empezaba a dañarse, pues como mi guru, mi guía espiritual, el monje que hizo votos de celibato y castidad podría haberme hecho algo así.

Estaba segura en ese momento ni mis padres lo hubieran podido creer pues ellos depositaron su confianza en él.  Ahora estoy plenamente segura que lo que ese día sucedió no fue mi imaginación, no fue un error, ni ningún malentendido, pues a mi amiga le sucedió algo peor todavía y fue en ese momento que pude abrir mis ojos. Quizás si no lo hubiera callado tanto tiempo mi amiga no hubiera tenido que pasar por tantas penas como las que está pasando.  Me reprocho el no haber seguido los consejos de mis padres de nunca haberme dejado topar por otros y si alguien lo hacía no callarlo.

Sucedió en uno de los conocidos viajes de Urlich Harlan, de nacionalidad alemana, al Ecuador.  El visitaba siempre nuestro hogar pues en nuestra familia era una persona de mucha confianza.   Mientras estuvo en nuestro departamento estuvo muy cariñoso conmigo, me refiero a abrazos y juegos, cuando ya se iban, todas las personas que estaban en mi casa comenzaron a salir y nosotros bajamos a despedirlo.  Mi papá quería tener ese momento de recuerdo y tomar una fotografía, nos preparamos para la foto, nos preparamos para la foto mi mamá, papá, mi pequeña sobrina a la cual la tenía en sus brazos, y yo que estaba a su lado abrazada por él.  Mientras la cámara se preparaba el metió sus asquerosos dedos por debajo del saco blanco que usé ese día, y comenzó haciéndome cosquillas, y de repente sus manos se encontraban en mis pechos, yendo y viniendo y el masajeandolos, aprovechando la confusión del momento, cuando me sentí mal,  entre el sentir cosquillas y en que algo andaba bien, me hice para un lado tratando de que su mano saliera de mi buzo.  

No lo podía creer después de eso.  Yo me sentí sucia y subí a mi habitación, cerré la puerta con seguro, me miré mis pechos preguntando una y otra vez  si lo que había pasado fue real, hasta que decidí olvidar y pedir a Dios que si lo ocurrido en ese momento fue lo que yo había pensado, un día poder descubrirlo. Y ese día llegó, y le pasó a mi amiga a la cual le pido disculpas por no haber hablado antes y perdón a todas a las que ahora se han tenido experiencias similares.  Denuncio a Urlich Harlan, jefe de la secta que creó, llamada Vrinda, por lo que me sucedió a mi y a muchas otras.  

Denuncio a Marcius Alveiga, Madhusudan maharaj también, porque él tenía la confianza de mis padres.  Lo denuncio por intentar meter su pie en mi vagina, al cual yo retrocedí, y me levanté de la mesa. Se que él también acosaba a otra amiga mía y espero ella sea valiente y lo confronte también. Existen muchos quienes terminan siendo cómplices como Mrgranath Prabhu, Madhusudana "Maharaj" y el mismísimo Atulananda "Acarya', etc....

En esta secta se han dado distintos tipos de acoso y violaciones, pero el fanatismo nos ciega y nos encamina a ponernos una venda la cual al quitarnos lastima.




Comentarios

  1. Hermana eres muy valiente al pronunciarte públicamente. Me aterra que muchas personas le apoyan a este falso guru en Ecuador y siguen como si nada pasara. Si se unen todas para denunciarle ante la justicia será un gran avance para desenmascarar esta hipocresía que abunda en los templos de Vrinda. Que Krishna les dé toda la fuerza.

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  2. Doloroso y desgarrador testimonio. Yo sí le creo y la apoyo. Pero lanentablemente al ser anónimo el testimonio no se direcciona a casi nada. Quizás unos cuantos identifiquen , cercanos a su comunidad y ciudad. Pero para lograr cambios y encender la luz, deben identificarse de alguna forma. Sólo asi la fuerza de la honestidad se encausa. Sigan adelante

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